Las tres décadas de expansión económica posteriores a la Segunda Guerra Mundial tuvieron un impacto significativo en la expansión de la cirugía, especialmente en Estados Unidos. Durante este período, la economía estadounidense experimentó un rápido crecimiento y prosperidad sin precedentes, lo que impulsó cambios significativos en el campo de la medicina y la atención médica en general.
Uno de los principales impulsores de esta expansión fue el crecimiento económico generalizado que generó una mayor disponibilidad de recursos financieros tanto para individuos como para instituciones. Esto permitió el desarrollo y la expansión de instalaciones médicas, hospitales y centros de atención médica en todo el país. Como resultado, la infraestructura médica experimentó un crecimiento masivo, lo que proporcionó un entorno propicio para la expansión de la cirugía y otros servicios médicos especializados.
Además, el aumento de la riqueza y la prosperidad económica permitió a más personas acceder a la atención médica, incluidos los procedimientos quirúrgicos. El aumento del nivel de vida y la disponibilidad de seguros de salud ampliaron el acceso a la atención médica y permitieron que un mayor número de personas pudiera someterse a cirugías tanto electivas como necesarias.
Otro factor importante fue el avance tecnológico durante este período. Los desarrollos en áreas como la anestesia, la asepsia, la tecnología quirúrgica y los equipos médicos permitieron la realización de procedimientos quirúrgicos más complejos y seguros. Esto aumentó la confianza en la cirugía como un tratamiento efectivo para una amplia gama de condiciones médicas, lo que contribuyó a su crecimiento y aceptación en la sociedad.
Además, el cambio en la percepción de la medicina como un negocio también fue notable. La medicina pasó de ser principalmente una profesión a convertirse en una industria con un crecimiento sin precedentes. La atención médica se transformó en una de las industrias con mayor crecimiento en la sociedad, lo que generó una mayor atención y financiación para la investigación médica, la formación de profesionales de la salud y la expansión de servicios médicos, incluida la cirugía.
El período de posguerra en Estados Unidos fue testigo de una expansión sin precedentes en la construcción de complejos hospitalarios espaciosos, reflejando tanto el avance científico en el campo de la medicina como la intensidad del auge económico de la época. Estos hospitales no solo representaban los avances en el arte de curar, sino que también simbolizaban el progreso y la prosperidad de la sociedad estadounidense de la posguerra.
La sociedad estadounidense otorgó a la ciencia quirúrgica un reconocimiento sin precedentes como un preciado activo nacional durante este período. La vasta expansión de la profesión quirúrgica y la amplia distribución de cirujanos en todo el país son testimonio de esto. Los grandes hospitales, tanto urbanos como locales, establecieron programas de educación y capacitación quirúrgicas, y encontraron relativamente fácil atraer a residentes ansiosos por unirse a una profesión altamente respetada y bien remunerada.
Además, durante este tiempo, los cirujanos no solo recibían los salarios más altos en comparación con otras profesiones, sino que también se beneficiaban del atractivo del dramatismo del quirófano. La cultura popular, incluidas las series de televisión, las películas y las novelas, glorificaba la figura del cirujano y presentaba la cirugía como una profesión emocionante y heroica. La práctica en vivo de operaciones quirúrgicas, transmitida por televisión de vez en cuando, también capturaba la atención del público y aumentaba la fascinación por la cirugía.