El aumento de la prevalencia de hernias con la edad, particularmente en tipos específicos como las inguinales, umbilicales y femorales, puede atribuirse a una combinación de factores relacionados con el proceso de envejecimiento y las condiciones médicas asociadas.
A medida que las personas envejecen, varios cambios fisiológicos y anatómicos pueden predisponerlas al desarrollo de hernias. Por ejemplo, con el envejecimiento, los tejidos conectivos que componen la pared abdominal tienden a debilitarse, lo que aumenta la susceptibilidad a la protrusión de tejidos a través de áreas de debilidad preexistentes o adquiridas. Además, la pérdida de elasticidad y la disminución de la fuerza muscular pueden contribuir al debilitamiento de la pared abdominal, facilitando la formación de hernias.
En el caso específico de las hernias inguinales, umbilicales y femorales, el proceso de envejecimiento puede desempeñar un papel significativo. Por ejemplo, en las hernias inguinales, el debilitamiento de los músculos y tejidos de la pared abdominal, combinado con el estiramiento y el desgaste gradual de los tejidos circundantes, puede aumentar la probabilidad de que se produzcan herniaciones en esta región. Del mismo modo, en las hernias umbilicales, los cambios en la estructura del tejido conectivo alrededor del ombligo pueden predisponer a la protrusión de tejidos abdominales a través de esta área.
Además del aumento en la prevalencia, el riesgo de complicaciones graves, como la estrangulación, también aumenta con la edad. La estrangulación ocurre cuando el tejido herniado queda atrapado y se interrumpe el suministro de sangre, lo que puede llevar a la necrosis y la perforación intestinal si no se trata de inmediato. Aunque la estrangulación es relativamente poco común, representando aproximadamente el 1-3% de todas las hernias inguinales, su incidencia tiende a ser más alta en los extremos de la vida, tanto en personas mayores como en recién nacidos. Este aumento en el riesgo de estrangulación puede estar relacionado con la disminución de la elasticidad de los tejidos y una respuesta menos eficaz a la isquemia en estos grupos de edad.