Las enfermedades abdominales agudas quirúrgicas se refieren a un conjunto de afecciones médicas que afectan el área del abdomen y que requieren intervención quirúrgica inmediata para prevenir complicaciones graves o incluso la muerte. Estas condiciones suelen manifestarse de manera repentina y pueden ser el resultado de diversas causas, como traumatismos, infecciones, obstrucciones o perforaciones de órganos abdominales, entre otras.
La importancia de reconocer y tratar adecuadamente las enfermedades abdominales agudas quirúrgicas radica en la rápida evolución y la gravedad de estas condiciones. El diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno son fundamentales para evitar complicaciones graves, como la sepsis, el shock séptico, la necrosis tisular y la disfunción de órganos vitales.
Las enfermedades abdominales agudas quirúrgicas abarcan una amplia variedad de afecciones, algunas de las mas frecuentes se exponen en los siguientes apartados.
Hemorragia
- Fístula aortoduodenal tras injerto vascular aórtico: Una fístula aortoduodenal es una conexión anormal entre la aorta y el duodeno (la primera parte del intestino delgado). Puede desarrollarse como complicación después de la colocación de un injerto vascular aórtico, que es una prótesis utilizada para reparar o reemplazar una porción de la aorta. Esta complicación puede ser grave debido al riesgo de sangrado masivo o de infección, y generalmente requiere tratamiento quirúrgico urgente para reparar la fístula y evitar complicaciones potencialmente mortales como la hemorragia o la sepsis.
- Malformación arteriovenosa del tubo gastrointestinal: Es una anormalidad congénita en la que se forma un entramado anormal de vasos sanguíneos, específicamente entre las arterias y las venas del tracto gastrointestinal. Estas malformaciones pueden causar sangrado gastrointestinal grave y recurrente, así como otras complicaciones como obstrucción intestinal o isquemia. El tratamiento puede incluir terapia endovascular para embolizar la malformación o, en casos graves, resección quirúrgica.
- Divertículo gastrointestinal hemorrágico: Se refiere a la presencia de un divertículo (una pequeña bolsa o protrusión en la pared del tracto gastrointestinal) que se ha roto y está causando hemorragia. Esto puede ocurrir en cualquier parte del tracto gastrointestinal, pero es más común en el colon. El tratamiento puede implicar medidas conservadoras como la observación, el manejo de la hemorragia y, en algunos casos, la resección quirúrgica del divertículo.
- Pancreatitis hemorrágica: Es una complicación grave de la pancreatitis aguda en la cual hay hemorragia dentro del páncreas o alrededor del mismo. Esto puede llevar a la formación de colecciones de sangre dentro del abdomen y a complicaciones potencialmente mortales como la hipovolemia o el shock. El tratamiento puede requerir manejo médico intensivo y, en casos graves, intervención quirúrgica para drenar las colecciones de sangre y controlar la hemorragia.
- Úlcera intestinal: Se refiere a una lesión o llaga en el revestimiento del intestino delgado o grueso. Estas úlceras pueden ser causadas por diversos factores, como infecciones, inflamación crónica, uso prolongado de ciertos medicamentos o trastornos autoinmunes. Las úlceras intestinales pueden causar síntomas como dolor abdominal, sangrado gastrointestinal, anemia y complicaciones graves como perforación o estenosis intestinal.
- Aneurisma arterial con fugas o roto: Un aneurisma arterial es una dilatación anormal y localizada de una arteria. Cuando un aneurisma se rompe o desarrolla una fuga, puede causar hemorragia interna masiva. Los aneurismas arteriales más comunes son los aneurismas aórticos, que pueden ser abdominales o torácicos. La ruptura de un aneurisma aórtico es una emergencia médica que requiere tratamiento quirúrgico inmediato para detener la hemorragia y reparar el vaso sanguíneo.
- Síndrome de Mallory-Weiss: Es una condición caracterizada por laceraciones en la unión entre el esófago y el estómago, generalmente causadas por vómitos violentos o tos intensa. Estas laceraciones pueden provocar hemorragia gastrointestinal, manifestada por vómitos con sangre o hematemesis, y requieren tratamiento para controlar la hemorragia y prevenir complicaciones.
- Embarazo ectópico roto: Un embarazo ectópico es aquel en el cual el óvulo fertilizado se implanta fuera del útero, generalmente en una de las trompas de Falopio. Cuando el embarazo ectópico se rompe, puede provocar hemorragia interna grave y potencialmente mortal. Esta es una emergencia médica que requiere atención quirúrgica inmediata para detener la hemorragia y extirpar el tejido fetal implantado en un lugar no adecuado.
- Traumatismo de víscera maciza: Se refiere a lesiones en órganos sólidos del abdomen, como el hígado, el bazo o los riñones, causadas por un trauma contundente o penetrante. Estas lesiones pueden resultar en hemorragia interna y requerir evaluación y tratamiento urgentes, que pueden incluir cirugía para controlar la hemorragia y reparar los daños en los órganos afectados.
- Rotura esplénica espontánea: La rotura espontánea del bazo es una condición poco común pero potencialmente mortal en la cual el bazo se rompe sin un trauma evidente. Puede estar asociada con condiciones como la enfermedad de Hodgkin, la mononucleosis infecciosa o la malaria. La rotura esplénica espontánea puede causar hemorragia interna masiva y shock, requiriendo tratamiento de emergencia que puede incluir cirugía para extirpar el bazo dañado.
Infección
- Apendicitis: La apendicitis es una inflamación aguda del apéndice, un pequeño órgano en forma de bolsa ubicado en la parte inferior derecha del abdomen. La causa más común de apendicitis es la obstrucción del lumen del apéndice, generalmente por un fecalito (material fecal endurecido), lo que lleva a la inflamación e infección del órgano. Los síntomas típicos incluyen dolor abdominal en el lado derecho, náuseas, vómitos, fiebre y sensibilidad abdominal. El tratamiento estándar es la apendicectomía, que implica la extirpación quirúrgica del apéndice inflamado para prevenir complicaciones graves como la perforación y la peritonitis.
- Colecistitis: La colecistitis es la inflamación aguda de la vesícula biliar, generalmente causada por la obstrucción del conducto cístico por cálculos biliares. Esto puede llevar a la acumulación de bilis en la vesícula biliar y a la irritación e inflamación del tejido. Los síntomas típicos incluyen dolor abdominal intenso en el cuadrante superior derecho, náuseas, vómitos y fiebre. El tratamiento puede implicar la administración de antibióticos, la realización de colecistectomía (extirpación de la vesícula biliar) y el manejo del dolor y las complicaciones asociadas.
- Diverticulitis: La diverticulitis es la inflamación aguda de los divertículos, pequeñas bolsas o protrusiones que se forman en la pared del colon. Esta condición puede ocurrir cuando los divertículos se obstruyen y se infectan, lo que resulta en síntomas como dolor abdominal en el lado izquierdo, fiebre, cambios en los hábitos intestinales y sensibilidad abdominal. El tratamiento puede incluir antibióticos, analgésicos, cambios en la dieta y, en algunos casos, cirugía para tratar complicaciones como la perforación o el absceso.
- Absceso hepático: Un absceso hepático es una colección de pus en el hígado, generalmente causada por una infección bacteriana. Esto puede ocurrir como resultado de la propagación de una infección desde otro lugar del cuerpo, como el tracto biliar o el abdomen, o como complicación de una cirugía hepática o una lesión traumática. Los síntomas pueden incluir fiebre, dolor abdominal en el lado derecho, náuseas, vómitos y malestar general. El tratamiento implica el drenaje del absceso, la administración de antibióticos y, en algunos casos, la cirugía para tratar la causa subyacente.
- Diverticulitis de Meckel: La diverticulitis de Meckel es una complicación poco común pero potencialmente grave de la presencia de un divertículo de Meckel, que es un pequeño saco en forma de dedo que se encuentra en el intestino delgado. La diverticulitis ocurre cuando este divertículo se inflama e infecta, lo que puede causar síntomas como dolor abdominal, fiebre, náuseas y vómitos. El tratamiento generalmente implica la administración de antibióticos y, en casos graves, cirugía para extirpar el divertículo.
- Absceso del psoas: Un absceso del psoas es una acumulación de pus en el músculo psoas, que se encuentra en la región lumbar de la espalda. Esto puede ocurrir como resultado de la propagación de una infección desde la columna vertebral, los órganos abdominales o la región inguinal. Los síntomas pueden incluir dolor lumbar, fiebre, dificultad para moverse y malestar general. El tratamiento implica el drenaje del absceso, la administración de antibióticos y, en algunos casos, la cirugía para tratar la causa subyacente de la infección.
Isquemia
- Enfermedad de Buerger: También conocida como tromboangeítis obliterante, es una enfermedad inflamatoria de los vasos sanguíneos que afecta principalmente a las arterias de las extremidades, especialmente en fumadores. Se caracteriza por la formación de coágulos sanguíneos que obstruyen el flujo sanguíneo en los vasos, lo que conduce a síntomas como dolor, sensación de frío, úlceras en las extremidades y, en casos graves, gangrena. El tratamiento principal es dejar de fumar y puede incluir medicamentos para dilatar los vasos sanguíneos y mejorar el flujo sanguíneo.
- Colitis isquémica: Es una condición en la que hay inflamación e irritación del colon debido a una disminución del flujo sanguíneo hacia la mucosa intestinal. Esto puede ocurrir como resultado de una obstrucción en los vasos sanguíneos que irrigan el colon, como en la aterosclerosis o la trombosis arterial mesentérica. Los síntomas incluyen dolor abdominal, diarrea con sangre, fiebre y sensibilidad abdominal. El tratamiento varía según la gravedad de la condición y puede incluir reposo intestinal, fluidos intravenosos y, en casos graves, cirugía.
- Trombosis o embolia mesentérica: Se refiere al bloqueo de los vasos sanguíneos que irrigan el intestino delgado y el colon debido a la formación de un coágulo sanguíneo (trombosis) en el mismo sitio o a la migración de un coágulo desde otra parte del cuerpo (embolia). Esto conduce a una disminución del flujo sanguíneo al intestino, lo que puede provocar isquemia intestinal y, si no se trata rápidamente, necrosis y perforación intestinal. Los síntomas incluyen dolor abdominal intenso y repentino, náuseas, vómitos y sensibilidad abdominal. El tratamiento urgente suele requerir la administración de anticoagulantes y, en algunos casos, intervención quirúrgica.
- Torsión ovárica: Se produce cuando el ovario gira sobre su propio eje, lo que puede interrumpir el flujo sanguíneo hacia el ovario y causar isquemia. Esto puede resultar en dolor abdominal agudo y vómitos. La torsión ovárica es una emergencia médica y generalmente requiere cirugía para desenrollar el ovario y restaurar el flujo sanguíneo adecuado.
- Hernia estrangulada: Ocurre cuando una porción del tejido abdominal, como el intestino, se protruye a través de una abertura en la pared muscular y se queda atrapada, lo que corta el suministro de sangre al tejido herniado. Esto puede causar dolor abdominal intenso, náuseas, vómitos y distensión abdominal. La hernia estrangulada es una emergencia quirúrgica que requiere reparación inmediata para prevenir la necrosis del tejido herniado.
- Torsión testicular: Similar a la torsión ovárica, es cuando el cordón espermático que sostiene el testículo se tuerce, lo que interrumpe el flujo sanguíneo hacia el testículo. Esto causa dolor repentino e intenso en el escroto, hinchazón y sensibilidad. La torsión testicular es una emergencia médica que requiere tratamiento quirúrgico urgente para desenrollar el cordón y salvar el testículo de la necrosis isquémica.
Obstrucción
- Vólvulo cecal: El vólvulo cecal es una condición en la cual el ciego (la parte inicial del intestino grueso) se tuerce sobre sí mismo, obstruyendo el flujo de contenido intestinal. Esto puede llevar a la obstrucción intestinal, isquemia (reducción del flujo sanguíneo) e incluso necrosis (muerte) del tejido intestinal. Los síntomas incluyen dolor abdominal severo, distensión abdominal, vómitos y estreñimiento. Es una emergencia médica que requiere descompresión y cirugía para desenrollar y fijar el ciego en su posición normal.
- Tumor gastrointestinal maligno: Se refiere a un crecimiento anormal de células en el tracto gastrointestinal que es canceroso. Estos tumores pueden desarrollarse en cualquier parte del tracto digestivo, incluyendo el esófago, estómago, intestino delgado, colon o recto. Los síntomas pueden variar dependiendo de la ubicación y el tamaño del tumor, pero pueden incluir sangrado gastrointestinal, dolor abdominal, cambios en los hábitos intestinales y pérdida de peso inexplicable. El tratamiento puede incluir cirugía, quimioterapia, radioterapia o una combinación de estos.
- Hernias incarceradas: Una hernia incarcerada ocurre cuando una parte del intestino protruye a través de una abertura en la pared abdominal y queda atrapada en su posición, lo que impide su retorno a la cavidad abdominal. Esto puede resultar en obstrucción intestinal y compromiso del flujo sanguíneo hacia el segmento herniado. Los síntomas incluyen dolor abdominal, distensión, náuseas, vómitos y sensibilidad en el área de la hernia. Es una emergencia quirúrgica que requiere reducción manual o cirugía para liberar el tejido atrapado.
- Enfermedad inflamatoria intestinal: Es un término que engloba afecciones crónicas que causan inflamación en el tracto gastrointestinal, siendo las dos más comunes la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Estas enfermedades pueden causar síntomas como dolor abdominal, diarrea crónica, sangrado rectal, pérdida de peso y fatiga. La causa exacta no se comprende completamente, pero se cree que involucra una combinación de factores genéticos, ambientales e inmunológicos. El tratamiento puede incluir medicamentos para controlar la inflamación, cambios en la dieta y, en casos graves, cirugía para extirpar segmentos afectados del intestino.
- Invaginación intestinal: Se refiere a una condición en la que una porción del intestino se pliega y se desliza hacia dentro de otra sección del intestino, provocando una obstrucción intestinal. Esta condición es más común en niños pequeños y puede causar dolor abdominal intermitente, vómitos biliosos y sangre en las heces. El tratamiento generalmente implica reducción manual utilizando enema de bario o, en casos graves, cirugía para desenrollar el intestino y corregir la invaginación.
- Vólvulo sigmoideo: Similar al vólvulo cecal, el vólvulo sigmoideo implica la torsión del sigmoides (la parte final del colon) sobre sí mismo, lo que puede resultar en obstrucción intestinal y necrosis del tejido. Los síntomas incluyen dolor abdominal intenso, distensión abdominal, estreñimiento y vómitos. La descompresión y la cirugía para desenrollar el colon suelen ser necesarias para tratar esta condición.
- Obstrucción del intestino delgado: Es una condición en la cual hay un bloqueo en el intestino delgado que impide el paso normal de los alimentos y los líquidos. Las causas pueden incluir adherencias postoperatorias, hernias, tumores, intususcepción o invaginación intestinal, entre otras. Los síntomas incluyen dolor abdominal, distensión, vómitos y ausencia de movimientos intestinales. El tratamiento puede variar dependiendo de la causa y la gravedad de la obstrucción, pero puede incluir manejo conservador con ayuno y reposo, o cirugía para corregir la obstrucción.
Perforación
- Síndrome de Boerhaave: El síndrome de Boerhaave es una emergencia médica que se produce cuando hay una ruptura espontánea de la pared del esófago debido a una fuerza excesiva generada por vómitos intensos o esfuerzos. Esta ruptura suele ocurrir en el tercio inferior del esófago. Es una condición grave que puede llevar a la mediastinitis (inflamación del espacio mediastínico) y a la sepsis si no se trata rápidamente. Los síntomas incluyen dolor torácico intenso, dificultad para tragar, dificultad respiratoria y fiebre. El tratamiento requiere cirugía de emergencia para reparar la ruptura y drenar cualquier colección de líquido infectado.
- Divertículo perforado: Un divertículo perforado se refiere a la ruptura de un divertículo, que es una pequeña protuberancia en la pared del intestino. Cuando un divertículo perfora, puede causar una fuga de contenido intestinal hacia la cavidad abdominal, lo que lleva a peritonitis (inflamación de la membrana que recubre la cavidad abdominal). Los síntomas incluyen dolor abdominal intenso y repentino, sensibilidad abdominal, fiebre y signos de shock. El tratamiento generalmente implica cirugía de emergencia para reparar la perforación y eliminar cualquier material infectado.
- Cáncer gastrointestinal perforado: La perforación de un cáncer gastrointestinal ocurre cuando un tumor maligno en el tracto gastrointestinal se rompe a través de la pared del órgano. Esto puede conducir a la diseminación del cáncer y a la contaminación del abdomen con células cancerosas, lo que puede causar peritonitis y otras complicaciones graves. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal intenso, sensibilidad abdominal, fiebre y signos de shock. El tratamiento generalmente implica cirugía de emergencia para reparar la perforación, extirpar el tumor y realizar una limpieza exhaustiva de la cavidad abdominal.
- Úlcera gastrointestinal perforada: Una úlcera gastrointestinal perforada se produce cuando una úlcera en el revestimiento del estómago, el duodeno o el intestino delgado se rompe a través de la pared del órgano. Esto puede ser el resultado de la erosión de la úlcera debido a la exposición al ácido gástrico, el uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) u otras causas. Los síntomas incluyen dolor abdominal intenso y repentino, sensibilidad abdominal, fiebre y signos de shock. El tratamiento suele implicar cirugía de emergencia para reparar la perforación, extirpar cualquier tejido dañado y realizar una limpieza abdominal adecuada para prevenir la infección.