La tonometría gástrica es una técnica utilizada en medicina para evaluar la idoneidad del flujo sanguíneo en el tubo digestivo, específicamente en la mucosa gástrica. Este procedimiento es fundamental para comprender la salud y función vascular en el sistema digestivo, lo que puede ser crucial en el manejo de diversas condiciones médicas, como úlceras pépticas, sangrado gastrointestinal, sepsis abdominal, entre otras.
El proceso de tonometría gástrica implica la colocación de un balón permeable al dióxido de carbono (CO2) en el estómago del paciente. Este balón está lleno de solución salina y se deja en contacto con la mucosa gástrica durante un período específico, generalmente 30 minutos. Durante este tiempo, el CO2 presente en la mucosa gástrica difunde hacia el interior del balón permeable, buscando alcanzar un equilibrio.
Después de este período de equilibrio, se procede a extraer tanto la solución salina como el gas del balón. Posteriormente, se mide la presión parcial de CO2 en el interior del balón. Este valor, junto con la concentración de bicarbonato (HCO3−) en la sangre arterial del paciente, se utilizan en la ecuación de Henderson-Hasselbalch.
La ecuación de Henderson-Hasselbalch, que relaciona el pH con el pKa y la concentración de ácido y base conjugados, se utiliza en este contexto para calcular el pH de la mucosa gástrica. El pH resultante proporciona información valiosa sobre la acidez o alcalinidad del entorno gástrico, lo que a su vez refleja el estado de perfusión y oxigenación de la mucosa.
La idoneidad del flujo sanguíneo en la circulación esplácnica puede inferirse a partir de estos datos. Un pH mucoso gástrico bajo puede indicar una mala perfusión sanguínea, lo que podría ser consecuencia de condiciones como la hipoperfusión sistémica, la isquemia, la hipovolemia u otras condiciones médicas que afecten la circulación sanguínea en el tracto gastrointestinal.