Las cavidades presentes en los huesos son estructuras anatómicas importantes que sirven para una variedad de propósitos funcionales y biológicos. Estas cavidades pueden dividirse en varios tipos, cada uno con características y funciones específicas.
- Cavidades articulares: Estas cavidades son depresiones en forma de esferas, elipsoides o cúpulas que encajan en salientes de otros huesos articulares. Su principal función es proporcionar un área de articulación lisa y estable para permitir el movimiento de las articulaciones. Ejemplos de cavidades articulares incluyen el acetábulo en la articulación de la cadera, la cavidad glenoidea en la escápula y la fosita articular de la cabeza del radio en el cúbito.
- Cavidades no articulares:
- Cavidades de inserción: Estas cavidades están diseñadas para la fijación de los músculos al hueso. Proporcionan un punto de anclaje sólido para los tendones y los músculos, permitiendo la transmisión eficiente de fuerzas durante el movimiento.
- Cavidades de recepción: Son espacios por los cuales pasan tendones, arterias, venas y nervios. Tienen forma variable, que puede ser en forma de canales, surcos, incisuras o conductos. Estas cavidades proporcionan un camino protegido y aislado para las estructuras que pasan a través de ellas, evitando lesiones y permitiendo la función adecuada del sistema circulatorio y nervioso.
Además, pueden existir otras disposiciones anatómicas en las cuales los huesos adoptan una conformación que constituye una fosa. Ejemplos incluyen:
- Cavidades cerebrales: Espacios dentro del cráneo que albergan el encéfalo, como la cavidad craneal.
- Cavidades cerebelosas: Espacios en el cráneo que alojan el cerebelo.
- Cavidades hipofisarias: Espacios en el cráneo que contienen la glándula pituitaria.
- Cavidades de ampliación: Estos son divertículos, celdas o senos intraóseos, generalmente ubicados en la vecindad de las cavidades de la cara (senos maxilar, frontal, etc.) o en el hueso temporal (aparato de la audición, células mastoideas). Estas cavidades proporcionan espacio adicional en el hueso para diversas funciones, como la resonancia vocal en los senos paranasales o la amortiguación del cráneo en las células mastoideas.