El miembro superior humano es una estructura anatómica compleja que comprende tres segmentos principales, cada uno con sus respectivos huesos, que son fundamentales para la función y la movilidad de la extremidad. Estos segmentos son el brazo, el antebrazo y la mano, y cada uno de ellos está formado por una serie de huesos que proporcionan soporte, estabilidad y capacidad de movimiento. Se explicará ampliamente la composición de cada segmento y la función de sus huesos asociados:
- Brazo: El brazo es el segmento proximal del miembro superior y está formado principalmente por un solo hueso largo y robusto, el húmero. El húmero es el hueso más grande y largo del brazo y se extiende desde el hombro hasta el codo. Su forma permite movimientos de flexión, extensión, abducción y rotación del brazo, proporcionando la capacidad de realizar una variedad de actividades, como levantar objetos y realizar movimientos de alcance.
- Antebrazo: El antebrazo es el segmento medio del miembro superior y está compuesto por dos huesos largos paralelos: el radio y la ulna, también conocida como cúbito. Estos huesos se extienden desde el codo hasta la muñeca y son fundamentales para la flexión, extensión, pronación y supinación del antebrazo y la mano. El radio se encuentra en el lado lateral del antebrazo y es más grande en su extremo distal, donde se articula con los huesos del carpo. La ulna se encuentra en el lado medial del antebrazo y se extiende hasta el codo, donde forma la prominencia del codo.
- Mano: La mano es el segmento distal del miembro superior y está compuesta por varios huesos pequeños que forman el carpo, el metacarpo y las falanges. El carpo está formado por ocho huesos cortos dispuestos en dos filas, que proporcionan flexibilidad y estabilidad a la muñeca. El metacarpo consiste en cinco huesos largos que forman el esqueleto de la palma de la mano y proporcionan soporte a los dedos. Las falanges son los huesos de los dedos, con cada dedo teniendo tres falanges (proximal, media y distal), excepto el pulgar que tiene solo dos (proximal y distal). Estos huesos permiten una amplia gama de movimientos de los dedos, como la flexión, la extensión, la abducción y la aducción, que son esenciales para agarrar objetos y realizar actividades finas y precisas.