El término «reducible» se utiliza para describir una hernia cuando su contenido protruido se puede reponer o volver a colocar dentro de la musculatura que lo rodea, generalmente mediante manipulación manual o en algunos casos espontáneamente. Esto indica que el saco herniario, que contiene tejido abdominal, como intestinos u otros órganos, puede ser empujado de vuelta a través del defecto en la pared abdominal hacia su posición normal. En otras palabras, la hernia puede «reducirse» o «resolver» momentáneamente, al menos temporalmente, al no estar protruida fuera de la cavidad abdominal.
Por otro lado, una hernia se considera «irreducible» o «incarcerada» cuando su contenido protruido no puede ser reubicado dentro de la cavidad abdominal. Esto puede ocurrir debido a la obstrucción del saco herniario, la inflamación de los tejidos herniados o el atrapamiento de estructuras dentro del defecto de la pared abdominal. Cuando una hernia está irreducible, puede causar dolor significativo y malestar, y aumenta el riesgo de complicaciones graves, como la estrangulación.
La estrangulación herniaria es una complicación grave en la cual el flujo sanguíneo al tejido herniado se ve comprometido, lo que puede conducir a la necrosis o muerte del tejido. Esto puede ocurrir cuando el contenido herniado está tan atrapado que comprime los vasos sanguíneos, impidiendo el flujo de sangre hacia y desde la zona afectada. La estrangulación herniaria es una emergencia médica que requiere atención inmediata, ya que puede resultar en daño irreversible a los tejidos y, en casos extremos, en sepsis y muerte.
La distinción entre una hernia reducible e irreducible es importante en el contexto del manejo clínico de los pacientes con hernias. Las hernias reducibles pueden ser tratadas de forma conservadora con medidas como el uso de fajas o vendajes de compresión, mientras que las hernias irreducibles generalmente requieren intervención quirúrgica para su reparación. Además, la presencia de una hernia irreducible o incarcerada debe ser considerada una urgencia médica debido al riesgo de estrangulación y sus complicaciones asociadas.